Apple firmó un contrato para que el celular sólo pueda ser usado a través de la red de T-Mobile. La británica Vodafone se opone porque dice que viola las leyes de la competencia y pedirá ante los tribunales que el teléfono no pueda comercializarse salvo que se lo venda desbloqueado.
De todos o de nadie. Esa es la bandera que la británica Vodafone llevará como estandarte a los tribunales alemanes. La empresa pedirá en una vista judicial en dos semanas que se le prohíba la venta del iPhone a T-Mobile por violar las leyes de competencia si antes no decide comercializar una versión del aparato desbloqueado, aseguraron hoy a la agencia Efe fuentes de la compañía en Londres.
La operadora británica ganó a última hora de ayer un mandamiento judicial provisional en Alemania que podría prohibir a T-Mobile vender el aparato si sólo se hace con un contrato de permanencia de 24 meses y bloqueado para que sólo se pueda usar en su red.
Vodafone aseguró hoy que T-Mobile debería también vender el iPhone desbloqueado por un precio inferior o similar al actual (400 euros) para que pueda ser utilizado por clientes de otras compañías, de modo que todas las operadoras trabajen en "igualdad de condiciones".
"Si un cliente compra el iPhone a T-Mobile con un contrato de permanencia y el móvil está bloqueado se queda sin la posibilidad de cambiar de compañía", aseguraron las mismas fuentes de Vodafone.
La ley alemana, según esa operadora, son muy similares a las francesas, donde no se pueden bloquear el uso de los celulares para una sola red, al contrario de lo que pasa en el Reino Unido o España.
Orange, de France Telecom, comenzará a vender en exclusiva el iPhone -propiedad de la estadounidense Apple- el jueves de la próxima semana y aún no ha dicho a qué precios venderá el teléfono ni si pondrá a la venta una versión del teléfono desbloqueado por un monto distinto.
T-Mobile, filial de Deutsche Telekom, distribuye en exclusiva el iPhone en Alemania desde el pasado 9 de noviembre, momento en el que O2, la filial británica de Telefónica, comenzó también a venderlo en el Reino Unido. Pocos días después de estar a la venta en Gran Bretaña, se supo que O2 había vendido decenas de miles de aparatos y que dos de cada tres nuevos propietarios del iPhone eran hasta ese momento clientes de otras compañías.
Apple está asignando la distribución de su teléfono a una sola compañía en cada país y exige el cobro de un porcentaje de los ingresos generados por el uso del móvil, que podría ser de en torno al 10 por ciento en Europa y del 15 por ciento en Estados Unidos.
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