Novedades, hechos y figuras que se destacaron en la última edición de una de las exposiciones de tecnología más grandes del mundo
Cada año la Feria Internacional de Electrónica de Consumo (CES, según sus siglas en inglés) de Las Vegas se convierte, por unos pocos días, en la capital planetaria de la electrónica de consumo.
Del lunes al jueves de la semana última, las compañías más poderosas del mundo en tecnología y diseño se dieron cita en esta exposición, en una serie de pabellones que ocupan una superficie equivalente a 28 estadios de fútbol, para dar a conocer sus innovaciones frente a un público ávido y multitudinario.
¿Novedades de este año? Panasonic con su pantalla de plasma de 150 pulgadas; Sony presentando sus flamantes reproductores de discos Blu-ray a 200 dólares; Intel con sus dispositivos móviles, que consolidan el mix de Internet y la electrónica hogareña, y también, una vez más, la despedida de Bill Gates, que a partir de mitad de este año se dedicará de lleno a la filantropía. No son pocos hechos para una exposición que en pocos años logró desplazar en interés la mítica Comdex, pese al fantasma de la recesión.
Todo verde
Más allá de los infinitos dispositivos de moda, entre las tendencias más sólidas se percibe como irreversible el auge de las tecnologías verdes, con productos orientados al ahorro de energía y fabricados con materiales menos tóxicos.
Prácticamente todos los grandes fabricantes de la industria apuestan hoy al medio ambiente, presionados por países con una legislación cada vez más exigente en estos temas.
Otro asunto que orilla la polémica es el pobre impacto del sistema operativo Windows Vista. No alcanzó con las declaraciones de Gates y sus cifras de venta, que hablan de cien millones de actualizaciones en favor del nuevo Windows, para cambiar los ánimos. Muchos analistas se preguntan todavía si después de cinco años de desarrollo Microsoft no podría haber lanzado un sistema operativo con un índice de satisfacción tan alto como el que alcanzó XP en su momento.
En otro orden de cosas, si bien la economía americana hoy atraviesa algunos frentes de tormenta derivados del desempleo, del precio del petróleo y del deterioro de los mercados del crédito y la vivienda, los voceros de la Consumer Electronics Association (organizadores de la expo) estimaron que el sector obtuvo, en los Estados Unidos, ingresos cercanos a los US$ 161.000 millones en el curso de 2007, un 8% más que en 2006. La perspectiva para este año es de crecimiento, y se calcula que rondaría los US$ 171 mil millones.
Tanto despliegue parece haber despertado la codicia entre quienes prestan la infraestructura para la realización de la CES: los organizadores se quejan de que todo les cuesta allí cinco veces más caro que en cualquier otro lugar de Estados Unidos. Una molestia que puede transformarse en un gran motivo para que el año próximo la CES se mude con sus tendencias a otra parte, según adelantan.
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